lunes, 13 de febrero de 2012

Las dictaduras provinciales.

Nací en 1984 y como hija de la Democracia crecí con conciencia de los Derechos y Garantías que me asisten. Luego estudié Abogacía y paso cientas de horas de mi vida estudiando historia y los procederes de gobiernos fascistas que guardaron la Constitución Nacional en un cajón.

Viví convencida de que Argentina se encontraba inmersa en una Democracia real. ¡Ilusa! A mis 27 años observo con tristeza cómo los corruptos gobiernos provinciales suspenden nuestras garantías y suprimen nuestros derechos con la complicidad de un Gobierno Nacional que “hace la vista gorda” y apaña estas flagrantes violaciones a derechos por los que lucharon próceres, caudillos y ciudadanos desde que Argentina es una País libre e independiente.

En mis notas sobre los estudios de las dictaduras argentinas, el fascismo italiano y español y el nazismo alemán encuentro títulos como: “Propaganda orientada” “Dominación e intervención a los medios de comunicación independientes”; “Desaparición de personas”; “Amenazas”; “Represión”; “Exilio”; “Presos políticos”; “Censura”; “Violación de derechos fundamentales”; “Listas negras”; “Inteligencia sobre personas”; “Fuerzas Parapoliciales”. Claro, en ese contexto histórico se entiende que esos títulos existan, pero casualmente son los mismos que hoy rebalsan mis notas sobre el conflicto en Famatina, Belén, Amaicha del Valle y Tinogasta.

Lamentablemente somos testigos de sendas denuncias públicas en las redes sociales de hechos como los apuntados. Las redes sociales están siendo protagonistas en este tipo de situaciones sociales y políticas ya que, dada la dependencia de los organismos políticos, administrativos y judiciales, las víctimas tienen miedo de denunciar. Así y todo en La Rioja se han registrado denuncias de suspensión en el servicio de internet estatal y de las redes de telefonía fija y móvil. Los quieren callar. Y claro, no es de extrañarse que se lleve adelante esta práctica pues las redes sociales son el único medio con el que cuenta la gente para expresarse y convocarse, ya que los diarios, radios y canales de televisión están “tomados” por el gobierno.

Se registran campañas públicas de supuesta “concientización” o “información” acerca de los beneficios de la actividad minera a cielo abierto, traducidas en forma de mensajes de texto spam a celulares de la gente. ¿Cómo obtuvo el gobierno esos números? Fácil, se lo proveyeron las compañías de telefonía en lo que resulta una ostensible y grave violación a la ley de protección de datos personales y un gran número de derechos consagrados en las Constitución y en la Ley de defensa al consumidor.

Estamos siendo testigos en primera fila de fuerzas civiles sponsoreadas por las megamineras con el aval del gobierno. La represión fue la vedette en Tinogasta y la censura hace su monumental aparición en esas tierras catamarqueñas con radios tomadas por pro mineros y la prohibición de ingreso a periodistas de medios nacionales.

Las amenazas de muerte han llegado a quienes luchan por la vida y el agua, incluyendo a familiares de los mismos gobernantes. La desaparición de personas se cobró dos víctimas en Catamarca de quienes nada se supo por varias horas.

¿Tan grande es el negocio de la minería para que un Gobierno, cuya bandera son los Derechos Humanos, ponga a sus actores en el escenario y con las prácticas de sendas dictaduras nefastas?

Nada justifica lo que estamos viviendo. Habíamos dicho Nunca Más.

martes, 3 de enero de 2012

NO a la mega minería "El Famatina NO se toca"

El 12 de Octubre de 1492 es la fecha que los registros históricos marcan como la llegada de los hombres del viejo mundo a América.

Históricamente esa fue una fecha que los americanos celebramos durante mucho tiempo, pero estudios históricos posteriores demostraron que no había nada que celebrar. Los europeos llegaron a nuestras tierras con armas, decididos a aniquilar a los nativos, a los que llamaron “hombres salvajes” y a quienes no solo asesinaron brutalmente, sino que abusándose de su desamparo, despojaron de sus riquezas.

Hoy, 500 años después, empezamos a hacer justicia y a reconocerlos sólo por sus crímenes y a identificar a la corona española como el respaldo político a ese sin fin de crímenes que cometieron en nuestras tierras.

A pesar de ello, hoy, en estas mismas tierras, hombres foráneos, tras el ropaje de inmensas corporaciones, están ingresando con los mismos propósitos del medioevo, asesinar, borrar pueblos, culturas y saquear, aprovechándose de la indefensión de los habitantes y valiéndose, no ya del poder político de sus propios soberanos, sino de los nuestros, lo que torna a la situación gravísima e inexplicable.

Si bien el problema minero afecta a gran parte del oeste argentino, centraré este artículo en lo que sucede en mis tierras, más precisamente en un pueblo ubicado al noroeste de la ciudad capital de La Rioja llamado Famatina.

Famatina es un pueblo pequeño, y como terruño natal de mis abuelos, y en la que actualmente viven algunos de mis familiares maternos, he visitado en innumerables ocasiones. Sus más de 6.000 habitantes son gente de trabajo, es una comunidad humilde que trabaja sin descanso por el bienestar de su gente y la educación de sus niños. Tierra de hermosas tradiciones, con manifestaciones culturales y religiosas como pocas veces he visto.

Famatina cuenta con grandes dimensiones de plantaciones de vides y nogales. Sus cerros ofrecen al mundo un paisaje sin comparación. Puntualmente el cerro Famatina se erige desde las entrañas de la tierra soberano, inmenso y precioso. El suelo se nutre de las aguas de napas naturales que son trasportadas por el mejor sistema que ha creado el hombre, las acequias, que son una suerte de canales de riego de lo que cada finca toma lo necesario. El agua se cuida, pues como toda La Rioja, Famatina es un pueblo de tierras áridas, en las que el agua es un bien natural que se protege y se utiliza a conciencia debido a su escasez, distribuyendo entre sus pobladores lo necesario y devolviéndole a la misma tierra lo que ella les ha dado.

Momentos inolvidables de mi infancia transcurrieron en esas tierras. Cada año viajaba con mi abuela en el mes de enero y nos quedábamos por muchos días. Recuerdo correr y jugar a explorar en las plantaciones de duraznos y albarillos de mis tías. Recuerdo a los señores que trabajaban en las fincas que pasaban en sus caballos y a pesar de que no me conocían me saludaban cordialmente. Los niños con los cachetes curtidos por el viento y el frío jugando en las calles con autitos de madera. También recuerdo que visitábamos a las amigas de mi abuela que nos recibían con mate y pan casero. Me llamaba la atención que calentaran el agua en braseros y que el pan se cocinaba en unos hornos hechos de ladrillos de barro. Había uno en cada casa. El progreso, naturalmente, también ha llegado a Famatina, pero las hermosas costumbres no se perdieron. La procesión de pascuas alrededor de la plaza luego de la misa con el Cristo articulado, los mantelitos bordados a mano, el pan calentito, el asado a leña, siguen vigentes.

Pero todo eso, las plantaciones, los paisajes, la gente humilde, la cultura hermosa, la moral llana, la religión sentida, sus ancianos, sus niños, la iglesia a la que tanto aman, las escuelas a las que acuden buscando un futuro mejor, todo ello está empezando a ver el principio de su fin.

Las mineras de capitales extranjeros han llegado al pie del cerro Famatina. 15 hombres han subido a armar los campamentos y se prevé para el 15 de enero el ascenso de la maquinaria.

Desde que se conoció el proyecto minerolos famatinenses se organizaron para resistir luchando por lo que les es propio. Actualmente el pueblo entero, contando con la solidaridad de casi todos los riojanos, está luchando por la vida de la que los pretenden despojar. La situación del pueblo es conmovedora. Cuando advierten algún avance por parte de la corporación, el párroco de la iglesia hace repicar las campanas y todos lo pobladores abandonan sus tareas y se congregan frente a la plaza. Empieza la asamblea del pueblo. El intendente y el ex encargado de la policía local (porque a la fecha ya ha sido desplazado de su cargo) se han unido, valientemente a esta lucha. Cada actor social de esta comunidad ha asumido un rol fundamental y todos forman parte. La protesta, la resistencia ha sido siempre, pacífica. Entre ellos no hay hombres con armas ni uniformes, solo hombres de trabajo, maestras de escuelas, niños, amas de casas, ancianos. Es el pueblo mismo, cuya única arma es su voz, su bastión la vida y su escudo la humildad.

Con la maquinaria monstruosa la minera Osisko extraerá el agua, la utilizarán para el proceso del mineral que robará de las entrañas del Famatina, y la depositará en “Diques de cola” (diques inmensos con miles y miles de litros de agua contaminada con cianuro).

La actividad minera utiliza 300.000 Mt.3 de agua diariamente, y para poder separar el metal de la roca se utiliza cianuro en lo que se llama “proceso de lixiviación”. Como vemos, millones de litros de agua serán utilizados en estos procesos hasta que la minera se vaya. El día que eso suceda el escenario de ese hermoso pueblo ya no será el que les narré más arriba. Las napas de la tierra se habrán agotado. Sin agua no habrá plantaciones, sin agua la gente deberá huír, el cáncer será la vedette en los hospitales zonales y en los que hoy es el Famatina habrá un cráter. Sí, eso, un cráter, un inmenso hueco donde hubo un cerro que fue profanado.

Pero amigos, la gente de Famatina, esa gente noble está luchando y necesitan de nuestro apoyo. El gobierno Nacional se comporta indiferente, el provincial, con el señor LUIS BEDER HERRERA a la cabeza son cómplices del futuro saqueo y asesinato que llevará adelante la minera canadiense Osisko.

Aún hay tiempo, la lucha recién empieza, la mega minería nos afecta a todos porque las napas acuíferas están interconectadas y lo que se contamine acá se esparcirá, a corto, mediano o largo plazo, por toda la extensión de nuestra tierra. Por ello es que necesitamos apoyo.

Evitemos que la historia se repita y ustedes, señores políticos y empresarios no subestimen a la gente. Los espejitos de colores ya no funcionan, sabemos lo que es el cáncer, sabemos lo que vale el agua y la vida, comprométanse en un acto de grandeza y expulsen a los mercenarios de nuestra tierra. Háganlo por el pueblo, háganlo por su familia, por sus hijos, por los nuestros.

Y como sabemos que el agua vale más que el oro, EL FAMATINA NO SE TOCA.