jueves, 22 de diciembre de 2011

Calentá lo de anoche

Listo, ya estamos en fin de año, eso que venimos pidiendo desde más o menos Agosto cuando las pilas se van agotando.

Se vienen las fiestas y con ellas lo de siempre. Sin embargo cada año le ponemos expectativas. Las esperamos, las organizamos, varios días antes empezamos a preguntar "Má ¿Qué vamos a comer en navidad?" "¿Quiénes vienen?" Compramos o elegimos la mejor ropa y a nadie le resultan indiferentes.

En mi casa (y seguramente en las de ustedes también), tipo 18:00 (tanto del 24 como del 31) mi vieja se pone loca. Empieza "a las corridas" "¿Ya pusieron la mesa?" "¿Ya hicieron la ensalada?" "Martín (mi hermano) ¿Ya fuiste a comprar el helado?" y tipo 21:00 "¿Ya se bañaron?" "Preguntale a tu padre si ya puso la carne a la parrilla". Tipo 22:00 - 22:30 "¿Qué pasa con tu tía que no llega? LLAMALA, agarrá mi celular". Como ven, mi familia es un matriarcado. Mi vieja digita todo, TODO, y a los gritos ¡Obvio!

Llega la tía, con las bandejas y bowls de lo que le tocaba llevar y con sus 10.000 hijos, todos hablan a la vez, los primos se te meten en la pieza, te tocan todo, los niñitos quieren jugar con tus perros que están enloquecidos por la pirotecnia. Todos hablan, los perros ladran, suenan los teléfonos, salís a comprar más gaseosa, "¡El asado ya está listo!" grita el padre, son las 23:30 y empieza el "¡Vamos a la mesa! ¡Busca a tu hermano!" Mi vieja pone los regalos en el arbolito, el perro ladra más fuerte, la sidra va de mano en mano a ver quién es el héroe que la abre, la ensalada rusa ya está en la mesa, y llegan las 00:00.

¡ORGASMO!

Siempre quise sacar una foto de ESE momento. La mirada de todos. Las diferencias familiares, los problemas económicos, la política, la AFIP, los plazos, todo pasa a un último plano y aunque sea por un minuto todo es amor y fiesta. Besos, abrazos, brindis.

00:03 los hombres de la casa encienden el globo de papel. En casa evitamos los petardos porque las mascotas sufren, MUCHO. Mis primas agarran sus celulares, y el resto miramos fuegos de artificio.

Es el momento de recordar a los que ya no están y en mi caso, siempre hay un espacio para alguna lágrima recordando a mis abuelos.

A mi las fiestas me gustan. Me significan la familia unida o junta, pero es la familia. Me significan balance, el que siempre, aunque a veces con mucha fuerza de voluntad, positivo. Me significan amigos, gente querida, el buen recuerdo de los que no están.

Y aunque durante los próximos 2 días tengamos que comer "lo que quedó", hubo qué comer, estuvimos juntos, celebrando, y eso es lo que importa.

Los administradores de este blog les deseamos felices fiestas y un 2012 de éxitos.

¡FELICIDADES!

lunes, 19 de diciembre de 2011

Hace 10 años atrás.

Hace diez años atrás recuerdo estar en casa de mis padres mirando televisión a la tarde porque ese día, durante el almuerzo, mi madre nos dijo "chicos acá va a pasar algo grave". Por ese entonces la noticia era el corralito y todo el mundo se mofaba del entonces Presidente Frenando De La Rúa por su aparición en VideoMatch. Yo tenía 17 años y aunque no estaba totalmente informada ni comprendía cabalmente la situación, decidí no separarme del televisor por la advertencia de mi madre.
Era de noche y haciendo zapping encuentro en canal América el programa de Jorge Rial, Intrusos, que en esa época tenía una emisión nocturna. De repente se interrumpió la transmisión y Rial dijo algo así como "Disculpen, no podemos dejar de informarles acerca de lo que sucede en la plaza y en los barrios. Hay cacerolazos en contra de las medidas del gobierno. Esta será una emisión especial del programa." En ese momento pensé "Esto es verdaderamente grave. Esto va a ser lo que les voy a contar a mis nietos cuando estudien un manual de historia." Así se sucedieron las horas, los canales informaban todos por igual.
Cacerolas, amas de casa, jubilados, clase media, gente común, colmaban las pantallas con una protesta justa y en la que todos los argentinos, como pocas veces en nuestra historia, estuvimos de acuerdo.
El 20 de Diciembre se desató el caos. Nosotros, los del interior, veíamos azorados lo que sucedía en Buenos Aires y temíamos. En varias provincias la gente salió a las calles y los saqueos tuvieron algunos focos en las capitales de las provincias más grandes.
Recuerdo a mi viejo decir "El país se prendió fuego."
Cerca de 30 muertos se llevó el 20 de Diciembre, miles de personas heridas por la represión, un pueblo tomó literal y simbólicamente una plaza, el pueblo argentino dijo basta.
Un presidente fue derrocado por el pueblo. Cinco presidentes tuvo mi país en 10 días y uno lo declaró en default ante los ecos de los aplausos de un congreso lleno de infames. El slogan, "Que se vayan todos." La palabra, "Corralito". El titular de los diarios "Riesgo País". El símbolo, un helicóptero. El recuerdo, que sea la enseñanza.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Nosotros decimos ¡No al aborto! Y hasta les damos los motivos.

Las sociedades se debaten, constantemente, entre lo establecido y el cambio, entre lo vigente y lo que se pretende que tenga vigencia. Las aristas de cada debate son numerosas y de allí la complejidad y riqueza de cada uno.
Hace algunas décadas se debatió en nuestro país acerca de la conveniencia de la vigencia de una ley que permita el divorcio y aquel debate fue arduo, duro. La posición de la iglesia en un Estado que por norma constitucional sostiene el culto católico, no pudo ser desoída, como tampoco las voces del progresismo, de los laicos e incluso de ciertos organismos internacionales. La sanción de aquella norma y la reforma al Código Civil fueron, para el debate, solo un detalle, solo el corolario. Lo rico, lo que valió la pena fue el debate en sí mismo. Actualmente son muy pocos los que se siguen cuestionando la conveniencia o no de tal reforma, por que la sociedad se ha adaptado a ella y visto y sus beneficios.
Ello, décadas atrás.
Más recientemente se instaló el debate en torno a la despenalización o no de la tenencia y consumo de estupefacientes. Nuevamente, el debate fue aguerrido y el resultado, la aprobación de una ley cuyos efectos aún no pueden ser juzgados. Pero en la actualidad, los argentinos tenemos, ya con aprobación de la comisión de Derecho Penal del Congreso de la Nación, el debate sobre un proyecto de ley mediante el cual se pretende no punir el aborto.
Es frente a ello que nosotros queremos fijar posición y ser parte de un nuevo y rico debate.
Partimos desde lo básico, desde afirmar que (en nuestra opinión) hay vida desde la concepción, es decir, desde el instante mismo en el que gameto femenino y masculino se unen dando nacimiento al "ente". Entonces, si hay vida desde la concepción, cualquier acto u omisión que interrumpa esa vida debe ser punible, por la sencilla razón de que la vida es un derecho humano, y en nuestro medio, como en casi todo el mundo, un derecho supremo; y como tal, de rango constitucional.
Esa es la regla, cualquier atentado contra la vida debe ser punible. Pero como toda regla tiene excepciones.
Por estos días hemos escuchado testimonios de personas que se manifiestan a favor del aborto y piden la sanción de la ley que lo despenalice, y entre sus fundamentos esgrimen casos de mujeres cuya vida se ve amenazada por el embarazo, o violaciones a mujeres con capacidades diferentes. A estas personas nosotros no las llamamos "proaborto". Preferimos llamarlas ignorantes, así, a secas.
Casos como estos están legislados y en ellos el aborto no es punible (art. 86 inc. 1 del Código Penal).
Estas son las excepciones a la regla que apuntábamos más arriba.
Por otro lado están los "proaborto", cuyo principal argumento es "El derecho a la mujer a decidir sobre su propio cuerpo". Grave error conceptual.
Desde la sanción de la ley de donaciones de órganos, que ya en este país nadie discute el derecho que tenemos tanto hombres como mujeres de disponer de nuestro cuerpo, y si quieren hasta pueden elevarlo a derecho fundamental. No lo discutimos, es más, lo compartimos y hasta nos parece un derecho obvio. Pero ESE derecho, al de disponer sobre el propio cuerpo, no sobre el cuerpo (y mucho menos de la vida) del otro. Y claro está, que si sostenemos que desde la concepción hay vida, practicarse un aborto no sería disponer del propio cuerpo, sino que se está afectando a otro. A otro ser que ya tiene vida y que para peor es indefenso e inocente.
Pues así las cosas, para nosotros, el aborto es atentatorio contra la vida al mismo nivel que el homicidio, y sostenemos férreamente que el Estado Argentino, como Estado de Derecho en el que imperan tratados internacionales de derechos humanos no debe, repetimos, NO DEBE, avalar tal práctica.
Es simple, abortar es matar, pero sucede que estamos muy mal acostumbrados a tomar siempre el camino más fácil en lugar de implementar políticas educativas y sanitarias serias sobre control de natalidad para prevenir embarazos no deseados.
Los "proabortistas" alzan como bandera las estadísticas sobre muertes de mujeres por practicas abortiles clandestinas, y sostienen que una ley que no condene la práctica les permitirá asistir a los hospitales sin temor a que se dé intervención a un Fiscal y terminen condenadas.
Frente a ello la pregunta es ¿Acaso tenemos un sistema de salud que pueda hacer frente a ello? NO, no lo tenemos. En nuestro país el sistema de salud está colapsado. Si usted quiere ir a un hospital público la mora en los turnos es, con suerte, de 30 días. O los médicos están con medidas de fuerzas por cuestiones salariales. O faltan insumos. Entonces ¿Cuál es resultado? Colapsar aún más a un servicio público devastado.
Para nosotros la solución no es sancionar leyes para "quedar bien" con cierta "comunidad internacional", sino refuncionalizar las que tenemos: educar a médicos y jueces para que no se encuentren en un brete moral frente a las situaciones de excepción contempladas por la norma y políticas SERIAS de prevención, mediante la implementación de programas de salud acordes, y educación sexual impartidas desde la pubertad.
En un país donde una sentencia que otorga la adopción de un niño a una familia demora entre 3 y 10 años, en un país donde miles de familias sueñan con tener un hijo que la naturaleza se los niega y el sistema los maltrata, donde aumenta el porcentaje de natalidad por la vigencia de planes sociales para embarazadas o por hijos nacidos, en un país donde algunos niños juegan con videojuegos y otros fuman paco, creemos que el aborto no es la solución, que la solución, o al menos el primer paso, pasa por otro lado.
Algo anda mal. Y mientras impere la incoherencia, que al menos nos quede poder seguir debatiendo.


Los Administradores.

Sorry por abrir un blog.

Nada, eso. Pedimos disculpas por torturarlos ahora también con un blog, pero teníamos que hacer nuestras vidas un poco más inútiles, o lo poco que queda de ellas.

Vamos a estar con Bel publicando entradas de diferentes temas. Es más, todavía no sabemos ni de que vamos a hablar.

Si no nos quieren leer, genial. Es una buena decisión. Si en cambio nos leen, ya les voy pasando el teléfono de un buen psiquiatra.